lunes, 5 de marzo de 2012

Karla Cisneros Rodríguez; "Náhuatl: su concepción simbólica"

 
Dentro de cualquier cultura, el lenguaje simbólico, no solo por medio de escritura o pequeños signos, también en los convencionalismos en sus expresiones artísticas, es un factor muy importante para poder comprender su cosmovisión y su forma de vida. Aspectos en los que ellos creían para tener una mejor perspectiva de lo que pasaba a su alrededor.

Anteriormente, ya se ha tomado en cuenta el concepto amplio del mito dentro del México Antiguo, analizando las características que se podían contemplar en cada cultura y con esto lo que pasaba en sus mentes en ese entonces. Todo esto se ha podido estudiar gracias a los hallazgos que se han hecho de símbolos, escrituras, esculturas, algunas pinturas y formas expresivas en sus construcciones. 

En el mundo del lenguaje náhuatl, existen varios signos característicos que de igual manera se pueden apreciar en otras culturas. Es un aspecto muy similar a la variedad de representaciones que tiene cada civilización de un mismo dios; el del agua, por ejemplo, representado como Chaac o Tláloc. Si bien, el dios más antiguo que se tiene registrado es el Dios del Fuego, esto se sabe gracias a un incensario que fue hallado en una de las civilizaciones más antiguas llamada Cuicuilco, pieza que simplificaba simbólicamente con su funcionalidad de incensario la magnificencia del Dios del Fuego, Dios Solar, Dios Creador.

Esto podría recordarnos un poco al llamado Quetzalcóatl, que en Cuicuilco era llamado Huehuetéotl. La representación del dios en forma de un anciano, nos da a entender todo acerca de éste, el hecho de portar en él el fuego y en sus arrugas la sabiduría hace que se tenga más comprensión de su hecho como creador. El que creó a todos los hombres y dioses, el que no es más joven que ellos. Todas estas expresiones en Cuicuilco sirven de gran influencia para las siguientes civilizaciones.

La cultura que más se llega a distinguir es la de Teotihuacán, llamada en su momento como Tollan, pero no debemos confundirnos; Tollan era la ciudad gobernada por Quetzalcóatl, sin embargo, se le denominó así a las ciudades consideradas metrópolis.

La concepción de Quetzalcóatl realiza una mezcla entre lo terrenal y lo divino, principalmente porque ya sabemos que los dioses son mortales si no se les alimenta o se les da energía, razón por la cual existen los sacrificios. Una serpiente emplumada, una serpiente que se arrastra, que es terrenal… Emplumada como un ave, el cual puede volar, el cual alcanza lo más alto del cielo, ahí donde los dioses observan.

Teotihuacán, Ciudad donde nacen los Dioses, retoma ese concepto mixto de mortalidad e inmortalidad de su dios principal, Esto es algo que verdaderamente caracteriza a la ciudad, que la hace única, aunque no solo esto, hay otras situaciones que de igual forma la colocan en ese puesto. Su dedicación hacia el Quinto Sol con edificaciones, todo esto originado ahí, hace ver la importancia e historia de su dios creador, con la simbología que expresa la ubicación en la que se encuentra erguida la pieza arquitectónica.

En toda ésta secuencia de posiciones en que se encuentra organizado el centro ceremonial hay una fuerte tendencia a las figuras de cuadriláteros y triángulos, figuras que también son muy utilizadas en la simbología náhuatl. En especial en un signo en particular llamado quincunce. Como Eduard Seler lo ha demostrado, diciendo que el cinco, de quincunce, es una cifra central y constituye un punto de fusión entre la tierra y el cielo.

Esto es una descripción simple de varios símbolos, como el rostro del Quinto Sol o el signo de Venus, que cumplen con las características que demuestra Seler. Posiblemente tiene influencia de la cosmovisión entendida por lo que ellos observaban acerca de la cultura de Teotihuacán. Los nombres dados son en náhuatl, ciertamente, ya que ellos fueron los que descubrieron la ciudad y un dato curioso es que no se sabe exactamente el nombre verdadero de Teotihuacán. Ésta información da a comprender la similitud de ciertos contextos de la cultura náhuatl con la anterior.

La sensación de movimiento, dado por sus glifos, es algo característico de estas culturas también. Podemos ver la importancia de ciertos elementos no solo en los dioses que los representan, de igual forma los podemos notar en la cantidad de ‘garabatos’ que han creado para una lectura más rápida y simple.

La vivacidad del agua, la fuerza del fuego, la importancia del corazón, los seres importantes como la serpiente emplumada, todo esto se plasma en una secuencia de dibujos provenientes de su imaginación, o de su realidad, mejor dicho. Trazos muy marcados, dando formas algo complejas, sin embargo, las podemos identificar con una sola línea que denote el movimiento del símbolo, predominando las curvas, espirales y formas geométricas.

Éste tipo de lenguaje era crucial en su cultura, ellos no se preocuparon por imprimir su vida, conocimiento o mitos de una forma escrita como la que nosotros poseemos, lo hicieron en forma de símbolos propios de su cosmovisión. Sin embargo, cabe destacar, que pueden haber elementos aún más sencillos que se vuelvan complejos en su comprensión y que aún no se hayan notado o descubierto.

 

Referencias

Sejourne, Laurette
Pensamiento y Religión en el México Antiguo,
Fondo de Cultura Económica, México, 1957, pp. 91-143.

1 comentario:

  1. Bien Karla, tu texto es accesible y muestra tu proceso. Sería bueno que te apoyaras con citas en tu trabajo para sustentarlo. Bien por dar a conocer tu referencia.

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