viernes, 10 de febrero de 2012

El poder del Mito por Alexandra Mujica


El poder del Mito

El mito nos muestra el poder de los sobrenaturales y  ayuda a los naturales a obtener  dicho poder.

Un mito es una narración que habla de acontecimientos prodigiosos protagonizados por seres sobre naturales. Los mitos forman parte de un sistema de creencias de una cultura o sociedad en los cuales fundamentan sus verdades o dogmas de fe. Al hablar de mito mesoamericano podemos decir que existe un mito que es aceptado por varias o por toda las suba áreas culturales ente es el redescubrimiento del maíz que da origen a la leyenda de los soles. Sin embargo existen mitos que están determinados por el tiempo y el espacio en el que se desarrollan las culturas. En el caso de la cultura Maya- Quiche la creación del hombre está plasmada en el  Popol Vuh, para los Mixtecos en la leyenda del árbol de Apoala y para los Nahuas podemos encontrar en sus expresiones poética la explicación de la creación por medio de la generación de cinco soles, cada uno mejor que el anterior dando una evolución espiritual con formas cada vez mejores.
Los relatos nahuas dicen que una pareja autocreada, fuerte y eterna  dio origen al mundo. Ellos vivían en el lugar más alto del cielo y dieron origen a cuatro deidades  a las que identificaron con un color diferente: Tezcatlipoca (rojo), Tezcatlipoca (negro), Quetzalcóatl (blanco) y Huitzilopochtli (azul). 
 
Después de pasar por 600 años de inactividad Huitzilopochtili y Quetzalcóatl crearon el fuego, el sol y a los primeros hombres Oxomuco y Cipoctonal. También crearon  el inframundo, con sus dioses Mictlantecutli y Mictecacíuatl, el cielo, el agua y la tierra. Esta primera creación se hizo cuando aún no había cuenta del tiempo.  Al terminar la instauración  del universo los dioses  se dieron cuenta de que el sol no tenía movimiento por lo que decidieron que uno de ellos se tendría que transformar en sol para darle en movimiento. Tezcatlipoca es el primero en convertirse en sol y a partir de ese momento se comienzan a contar los años.

El  primer sol Naui Océlot, sol de tierra. Los hombres de esta época eran gigantes de ceniza que no sabían cultivar la tierra y se alimentaban de bellotas. Sobre el final de esta era se habla de que fueron devorados por jaguares feroces o que el agua estaba en contra de ellos y se convirtieron en peces en el día 4 Jaguar.
El segundo sol, sol del viento o Naui Ehécatl  fue creado por Quetzalcóatl quien se transformó en sol. Los hombres eran gigantes pero débiles “si se caían se caían para siempre”[1],  comían piñones. Tezcatlipoca convertido en jaguar acabo con ellos de un zarpazo que los lanzo por los aires en el día 4 viento.
Naui Quiáuitl. Sol del fuego encarnado por Tlaloc fue el tercero. En este tiempo los hombres se alimentaban de acecentli o maíz de agua y su vida termino cuando ardió el sol y llovió fuego destruyendo la mayor parte de las casas y a sus habitantes, pero los que lograron sobrevivir se convirtieron en Guajolotes. Este día fue nombrado 4 lluvia.

Después surgió un nuevo sol llamado Naui Atl o sol de Agua formado por la diosa Chalchiutlicue, diosa del agua.  Ahora los hombres se alimentaban de una semilla llamada cinocopi, muy semenjante al maíz. Para el final de estos hombres se tienen dos versiones una  dice que el cielo se desplomo sobre la tierra y estos se convirtieron en peces y otra  cuenta que se fueron a vivir a los montes transformados en hombres-mono.  Concluyendo el día 4 agua.

Llegando así a lo que conocemos como el quinto sol, el sol de movimiento, Naui Ollin. Quetzalcóatl fue el encargado de crear a los nuevos hombres y para esto bajo el Mictlan con la finalidad de recoger los huesos de los antepasados para formar con estos a los nuevos hombres. Después de enfrentarse a varias pruebas impuestas por Mictlantecutli logro su objetivo, pero en el camino calló en una trampa y los huesos se rompieron es por esto que los nuevos hombres no son tan grandes como los primitivos. Finalmente Quetzalcóatl llegó Tamoanchan y en presencia de los dioses molió los huesos y derramo sobre ellos sangre de su miembro creando de esta manera a los macehuales  “los merecidos por la penitencia”. El mismo Quetzalcóatl consiguió maíz  y después de que los dioses lo masticaron se lo dieron a los hombres para que los hiciera fuertes dándoles también la planta del maguey para que extrajeran el pulque.

Pero trascurrieron 26 años en los que permanecieron en obscuridad hasta que Tecuciztécatl y Nanahuatzin se sacrificaron lanzándose al fuego para convertirse en la luna y el sol respectivamente. Sin embargo esto no fue suficiente y para dar movimiento a los astros todos los dioses tuvieron que sacrificarse para que con su sangre divina el sol y la luna tuvieran fuerza para hacer su recorrido y pese a este esfuerzo no fue suficiente  el holocausto  y los hombres tuvieron que ofrecer su sangre para dar fuerza a este nuevo sol  y surgiendo así  los sacrificios y las guerras entre los habitantes.      

De este modo  se explican los habitantes de Teotihuacán su origen, dando respuesta no solo a lo que son sino al porque de lo que son. Teniendo conocimiento de este mito el sincretismo se pudo llevar a cabo de una manera más sencilla ya que no fueron indispensables las palabras sino los símbolos representando a los cuatro puntos cardinales , los cuatro dioses y los cuatro soles anteriores en cada extremo de la cruz cristiana y en el  centro de la cruz , de la piedra del sol en donde estaba representado el quinto sol que simboliza el sacrificio de los dioses para que el hombre pueda continuar con el ciclo de la vida, en ese lugar, es puesto Cristo quien se ha sacrificado por nosotros para que nuestra vida no culmine de manera trágica.
¿Será acaso que la sangre que derramaban nuestros antepasados para darle fuerza al sol se ha convertido en las penitencias que realizamos para que un ser supremo le de fuerza a nuestras vidas?    









Referencias
Walter Krickeberg, Las Antiguas Culturas Mexicanas, Fondo de Cultura Económica, México, 2000, 3ra edición pp 125- 150 
León Portilla, Miguel, Los antiguos Mexicanos a través de sus crónicas y cantares, Fondo de cultura económica,Mèxico D.F. , 1983 , pp 14-20
León Portilla, Miguel, Mitos de los orígenes en Mesoamérica, Revista Arqueología Mexicana, pp. 19-27


[1] León-Portilla , Miguel , Los antiguos mexicanos a través de sus crónicas y cantares,Fondo de cultura económica, Mèxico D.F. , 1983 p 14

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