El poder del Mito
El mito nos muestra el poder de los
sobrenaturales y ayuda a los naturales a
obtener dicho poder.
Un
mito es una narración que habla de acontecimientos prodigiosos protagonizados
por seres sobre naturales. Los mitos forman parte de un sistema de creencias de
una cultura o sociedad en los cuales fundamentan sus verdades o dogmas de fe.
Al hablar de mito mesoamericano podemos decir que existe un mito que es
aceptado por varias o por toda las suba áreas culturales ente es el
redescubrimiento del maíz que da origen a la leyenda de los soles. Sin embargo
existen mitos que están determinados por el tiempo y el espacio en el que se
desarrollan las culturas. En el caso de la cultura Maya- Quiche la creación del
hombre está plasmada en el Popol Vuh,
para los Mixtecos en la leyenda del árbol de Apoala y para los Nahuas podemos
encontrar en sus expresiones poética la explicación de la creación por medio de
la generación de cinco soles, cada uno mejor que el anterior dando una
evolución espiritual con formas cada vez mejores.
Los
relatos nahuas dicen que una pareja autocreada, fuerte y eterna dio origen al mundo. Ellos vivían en el lugar
más alto del cielo y dieron origen a cuatro deidades a las que identificaron con un color diferente:
Tezcatlipoca (rojo), Tezcatlipoca (negro), Quetzalcóatl (blanco) y Huitzilopochtli
(azul).
Después
de pasar por 600 años de inactividad Huitzilopochtili y Quetzalcóatl crearon el
fuego, el sol y a los primeros hombres Oxomuco y Cipoctonal. También crearon el inframundo, con sus dioses Mictlantecutli y
Mictecacíuatl, el cielo, el agua y la tierra. Esta primera creación se hizo
cuando aún no había cuenta del tiempo.
Al terminar la instauración del
universo los dioses se dieron cuenta de
que el sol no tenía movimiento por lo que decidieron que uno de ellos se
tendría que transformar en sol para darle en movimiento. Tezcatlipoca es el
primero en convertirse en sol y a partir de ese momento se comienzan a contar
los años.
El
primer sol Naui Océlot, sol de tierra.
Los hombres de esta época eran gigantes de ceniza que no sabían cultivar la
tierra y se alimentaban de bellotas. Sobre el final de esta era se habla de que
fueron devorados por jaguares feroces o que el agua estaba en contra de ellos y
se convirtieron en peces en el día 4 Jaguar.
El
segundo sol, sol del viento o Naui Ehécatl
fue creado por Quetzalcóatl quien se transformó en sol. Los hombres eran
gigantes pero débiles “si se caían se caían para siempre”[1], comían piñones. Tezcatlipoca convertido en
jaguar acabo con ellos de un zarpazo que los lanzo por los aires en el día 4
viento.
Naui
Quiáuitl. Sol del fuego encarnado por Tlaloc fue el tercero. En este tiempo los
hombres se alimentaban de acecentli o maíz de agua y su vida termino cuando
ardió el sol y llovió fuego destruyendo la mayor parte de las casas y a sus
habitantes, pero los que lograron sobrevivir se convirtieron en Guajolotes.
Este día fue nombrado 4 lluvia.
Después
surgió un nuevo sol llamado Naui Atl o sol de Agua formado por la diosa
Chalchiutlicue, diosa del agua. Ahora
los hombres se alimentaban de una semilla llamada cinocopi, muy semenjante al
maíz. Para el final de estos hombres se tienen dos versiones una dice que el cielo se desplomo sobre la tierra
y estos se convirtieron en peces y otra cuenta que se fueron a vivir a los montes
transformados en hombres-mono. Concluyendo
el día 4 agua.
Llegando
así a lo que conocemos como el quinto sol, el sol de movimiento, Naui Ollin.
Quetzalcóatl fue el encargado de crear a los nuevos hombres y para esto bajo el
Mictlan con la finalidad de recoger los huesos de los antepasados para formar
con estos a los nuevos hombres. Después de enfrentarse a varias pruebas
impuestas por Mictlantecutli logro su objetivo, pero en el camino calló en una
trampa y los huesos se rompieron es por esto que los nuevos hombres no son tan
grandes como los primitivos. Finalmente Quetzalcóatl llegó Tamoanchan y en
presencia de los dioses molió los huesos y derramo sobre ellos sangre de su
miembro creando de esta manera a los macehuales
“los merecidos por la penitencia”. El mismo Quetzalcóatl consiguió
maíz y después de que los dioses lo
masticaron se lo dieron a los hombres para que los hiciera fuertes dándoles
también la planta del maguey para que extrajeran el pulque.
Pero
trascurrieron 26 años en los que permanecieron en obscuridad hasta que
Tecuciztécatl y Nanahuatzin se sacrificaron lanzándose al fuego para
convertirse en la luna y el sol respectivamente. Sin embargo esto no fue
suficiente y para dar movimiento a los astros todos los dioses tuvieron que
sacrificarse para que con su sangre divina el sol y la luna tuvieran fuerza
para hacer su recorrido y pese a este esfuerzo no fue suficiente el holocausto y los hombres tuvieron que ofrecer su sangre
para dar fuerza a este nuevo sol y
surgiendo así los sacrificios y las guerras
entre los habitantes.
De
este modo se explican los habitantes de
Teotihuacán su origen, dando respuesta no solo a lo que son sino al porque de
lo que son. Teniendo conocimiento de este mito el sincretismo se pudo llevar a
cabo de una manera más sencilla ya que no fueron indispensables las palabras
sino los símbolos representando a los cuatro puntos cardinales , los cuatro
dioses y los cuatro soles anteriores en cada extremo de la cruz cristiana y en
el centro de la cruz , de la piedra del
sol en donde estaba representado el quinto sol que simboliza el sacrificio de
los dioses para que el hombre pueda continuar con el ciclo de la vida, en ese
lugar, es puesto Cristo quien se ha sacrificado por nosotros para que nuestra
vida no culmine de manera trágica.
¿Será
acaso que la sangre que derramaban nuestros antepasados para darle fuerza al
sol se ha convertido en las penitencias que realizamos para que un ser supremo
le de fuerza a nuestras vidas?
Referencias
Walter
Krickeberg, Las Antiguas Culturas
Mexicanas, Fondo de Cultura Económica, México, 2000, 3ra edición pp 125-
150
León
Portilla, Miguel, Los antiguos Mexicanos
a través de sus crónicas y cantares, Fondo de cultura económica,Mèxico D.F. , 1983 , pp 14-20
León
Portilla, Miguel, Mitos de los orígenes
en Mesoamérica, Revista Arqueología Mexicana, pp. 19-27
[1]
León-Portilla , Miguel , Los antiguos
mexicanos a través de sus crónicas y cantares,Fondo de cultura económica,
Mèxico D.F. , 1983 p 14
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