martes, 7 de febrero de 2012

MITO PREHISPANICO CARLA PAMELA PULIDO LÓPEZ





UNIVERSIDAD DE MORELIA
LICENCIATURA EN HISTORIA DEL ARTE
CARLA PAMELA PULIDO LÓPEZ
ARTE PREHISPÁNICO DE MÉXICO
IRERI ORTIZ SILVA
2do CUATRIMESTRE
 MITO PREHISPÁNICO:
“CALENDARIO MESOAMERICANO”
ENERO 2012


“Solo venimos a dormir, solo venimos a soñar, no es verdad, no es verdad que venimos a vivir a la tierra”, Poema azteca
[...]”Cuando los hombres morían no perecían, sino que de nuevo comenzaban a vivir… se volvían espíritus o dioses.”[1]
El calendario es el triunfo máximo de la civilización prehispánica, ya que no solo trazaba el movimiento de los planetas más visibles para ellos, y predicciones de eclipses, sino que también lograron medir el movimiento del sol. Gobernaba la vida de los pueblos, era el centro de la ideología, dictaba la suerte, la vida, muerte y enfermedades.[2]
Los dioses eran identificados con los cuerpos celestes y los fenómenos naturales; simultáneamente se fue desarrollando un aspecto práctico de estas observaciones: la elaboración de sistemas de calendarios que permitieran una adaptación adecuada de los ciclos del cielo a su sistema social.
Para los mayas las ruedas del tiempo, eran la fuente principal para saber las fechas de estaciones, acontecimientos astronómicos, y ritos religiosos. Los matemáticos mesoamericanos lograron proyectar el calendario millones de años hacia el pasado y al futuro, ya que no existía un principio ni un final.
Dicho calendario maya esta constituido por el Sagrado o Tzolkin de 260 días, el Civil o Haab de 365 días y la Cuenta Larga, el Katun, de 144.000 días.
Los Mayas utilizaban como indicadores de números la barra que era igual a 5 y el punto igual a 1, donde la rueda pequeña era el ciclo sagrado, la rueda interna con los números del 1 al 13 engranada con los grifos de 20 nombres de los días, que estaban en la rueda externa. Una de la partes de la rueda grande o externa representa un segmento del año de 365 días, 18 meses con 20 días cada uno,  estos numerados del 0 al 19, y los 5 días restantes eran considerados días nefastos.

En el mundo Náhuatl había dos calendarios el llamado Xiuhpohualli que era la cuenta de los años y el Tonalpohualli  que era cuenta de los días, o destinos.
Xiuhpohualli
Estaba dividido en 19 meses o grupos de 20 días, ya que 18 por 20 son 360, a los que después añadieron los 5 días restantes llamados 5 nemontemi , o nefastos.
Constaba de numerales del 1 al 20, mas 20 signos o figuras que se combinaban sucesivamente con los numerales.
Dentro de este calendario podemos situar a la Piedra del Sol o Piedra del Calendario Azteca.  365 días divididos en 18 meses de 20 días cada uno, a los que se añadía al final del año un periodo adicional de 5 días.
Tonalpohualli
El calendario etimológicamente significa “el cómputo de los días”. Tonal significa día y pohualli cómputo o cuenta, y fue inventado por Oxomoco y Cipactonal (primeros hombres sobre la tierra, como Adán y Eva de Mesoamérica)
El Tonalpohualli o “Cuenta de los destinos”, era un calendario- almanaque dividido en 20 semanas o grupos de 13 días, estaba relacionado con ciclos planetarios, eclipses etc.
Constaban de numerales del 1 al 13 más 20 figuras y signos combinables sucesivamente con los ellos. Al principio estos grifos eran de origen pictórico, pero se transformó en ideográfico al simbolizar los conceptos que distinguen y determinan los días[3]
Códice en Cruz, o Códice Fejérváry-Mayer, explica los 3 ciclos de 52 años cada uno, pertenece a los Reynos de Tetzcuco y México, eran 4 grupos de 13 años, orientando a los 4 rumbos del universo.
En la parte central se halla Xiuhtecuhtli,
Señor del fuego y del tiempo, “padre y madre de todos los dioses”. En los 4 puntos tiene el Árbol cósmico con la pareja divina de cada lado.
Estos cuatro puntos son:
Oriente: contiene los años “caña” del 1 al 13 era el  Tlahuizcalpa o “rumbo de la casa de la luz”
Norte: 13 años siguientes llamados “pedernal” o “rumbo de los muertos” llamado Mictlampa
Poniente: 13 años “casa” era el “rumbo de las mujeres”, Cihuatlampa
Sur: 13 años “conejo” era el “rumbo de las espinas”, Huitztlampa.

Mesoamérica estaba dividida en múltiples áreas, donde cada una tenía su propia distinción calendárica.
Había 100 calendarios diferentes aproximadamente en sus términos lingüísticos o numerológicos, pero en común con los 52 años.

Ciclos calendáricos mesoamericanos
1.-Año vago (sin bisiesto):
Se llama año vago por la falta del bisiesto, y no concuerda con el año español que conocemos.
Todos los pueblos mesoamericanos tenían en común el ciclo de 365 días, que constaba de una cuenta doble; una de 18 veintenas nombradas como mes con más de 5 días, y la otra con las mismas veintenas pero con los días numerados de 2 maneras: de 0 al 19 y de 0 a 4 en maya  y la otra de 1 al 20 y de 1 a 5 en náhuatl.
Este ciclo se llama xiuitl en náhuatl y haab en maya.
En emplear el ciclo de 365 días tiene más variantes entre distintos grupos que emplear el ciclo de 20 días por estos e aspectos:
1.- el año comenzaba en diferentes fechas
2.-algunos grupos comenzaban su cuenta en 0 y otros en 1
3.- su forma de nombrar los años era diferente; algunos daban el nombre del día inicial.





2.-Rueda calendárica:
La combinación de 260 y 365 días tiene consecuencias numéricas.
Dividir 365 en 13, implica que el coeficiente numérico del día tiene que adelantarse uno por cada año.
Dividiendo por 20 implica que el nombre del día se adelantará en 5.
Por ejemplo en el calendario clásico maya de Tikal, si un año comienza en “1 viento”, el año que sigue será “2 viento”, así que tomará 52 años de 365 dias regresar a que el año se llame “1 viento”. Con esto se llega a lo que llamamos “siglo” mesoamericano de 52 días (13 por 4). Este ciclo se inauguró en el año 679 a. C.[4]
Se llama la rueda calendárica Xiuhmolpilli en náhuatl, y en maya hunab.
Los nombres que le daban a cada año era destinado por sus “cargadores” o glifos, por ejemplo en el Tikal eran: Viento, Diente, Venado y Temblor.
Otros calendarios utilizaban otros días, pero siempre eran 4 ya que estaba relacionados con los puntos cardinales, y sus respectivos colores como son: oriente rojo, norte blanco, occidente negro, sur amarillo, en el caso de Yucatán.

3.-  Cuenta larga y corta:
 La mayoría de los pueblos prehispánicos no tenían esta cuenta, era solo tradiciones entre los Olmecas que eran los hablantes de idioma meji-zoqueanos de Veracruz, Oaxaca, Costa sur de Guatemala y los Mayas Yucatecos y Choles habitantes de Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, El peten, Belice y región de Copán, Honduras.

Estos eran los calendarios que existían en Mesoamérica antes de la conquista
1.- Cuenta larga batum , ciclo de 400 ketunes o 5128 años olmeca-maya
·         Cuenta corta may con un ciclo de 13 ketunes o 256 años
2.- Rueda calendárica xiuhmelpilli, hunab ciclo universal de 52 años (mezcla del tolkin y haab)
·         Ciclo de los días tonalpohualli, tzolkin, sincronizado con 260 días
·         Año vago sin bisiesto, xihuitl, haab, ciclo de 365 días que varía en 1, por nombrar el año en forma inicial o final y 3 por cambiar la fecha del año nuevo.

Tzolkin, el almanaque ritual:
Los almanaques contienen datos astronómicos y cuestiones estadísticas, movimientos del sol, la luz, días importantes, y eclipses, los mayas lo utilizaban para sus actividades ceremoniales y agrícolas, basado en ciclo de 260 días y para distinguirlos utilizaban 20 nombres y 13 numerales:

Haab, el calendario solar:
Ciclo solar de 365 días. Los antiguos mayas dividieron ese calendario en 19 meses o uinales : 18 de ellos tenían 20 días y el ultimo solo cinco, considerados como aciagos[5]:







El tiempo es portador de presencia de dioses y destinos favorables, los que producen desgracia  o indiferentes, en Mesoamérica percibían su universo lleno de presencias divinas que actuaban con precisión matemática y no al azar, plasmada en los calendarios, en los distintos rumbos cósmicos, y en las regiones celestes e inferiores, ya que el tiempo es portador del destino”[6]


[1] Westheim Paul, ideas fundamentales del arte prehispánico en México, editorial Era, México, 1991, pp.63
[2] Edmonson, Munro, Calendarios Mesoamericanos, Antología de Arqueología Mexicana , SEP-CNCA-INAH-Editorial Raíces, México,1997, pp. 36-40

[3] León-Portilla, Miguel, Los antiguos Mexicanos a través de sus crónicas y cantares, Fondo de Cultura Económico, México, 1990, pp.57-60
[4] Edmonson, Munro, Calendarios Mesoamericanos, Antología de Arqueología Mexicana , SEP-CNCA-INAH-Editorial Raíces, México,1997, p. 38

[5] Vásquez García, Erik, Mayas y zoques el sureste Mexicano: Chiapas, CONACULTA-INAH,México, 2009, pp. 48
[6] León-Portilla, Miguel, Mitos de los orígenes en Mesoamérica, revista de Arqueología Mexicana, pp.25

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